El Barroco fue un periodo de la historia en la cultura occidental que produjo obras en el campo de la literatura, la escultura, la pintura, la arquitectura, la danza y la música, y que abarca desde el año 1600 hasta el año 1750 aproximadamente (Siglos XVII y XVIII).
Si el Renacimiento se caracterizaba por una vuelta a lo clásico, a las proporciones armónicas, la pureza y lo bello, en el Barroco todo esto se llevó al extremo, con composiciones más complicadas, obras pictóricas y esculturas en las que se enfatizaba el dramatismo, con estructuras colosales, ostentosas y recargadas. Era una época de riquezas y opulencia.
Respecto a las tipografías, a este periodo se le suele denominar “de transición” (entre el Barroco y el Clasicismo), aunque sin bien es cierto, hubo aportaciones que tanto prepararon el camino al siguiente estilo como enriquecieron los ya existentes. Holanda, Inglaterra y Francia jugaron un papel muy importante en el desarrollo de los tipos de transición.
Claude Garamond (París, 1490 – 1561) era un tipógrafo, impresor y grabador de matrices francés. Su obra tipográfica se considera clásica dentro del estilo antiguo e inspiración para composiciones modernas. En el año de 1530, hizo uso de la primera tipografía dibujada, grabada y fundida por él mismo en el libro Paraphrasis in Elegantiarum Libros Laurentii Vallae de Erasmo de Rotterdam.
Esta tipografía estaba basada en los tipos diseñados por los maestros Nicolas Jenson y Francesco Griffo para el libro De Aetna de Pietro Bembo publicada por Aldus Manutius.La tipografía que diseño para este libro fue bastante popular dentro del gremio de la época.
Luego de la muerte de Claude Garamond, el tipógrafo Christopher Plantin junto al tipógrafo francés Guillaume Le Bé y el tipógrafo alemán Conrad Berner compran algunos de los punzones originales realizados por Garamond, con los que hacen una serie de catálogos, los cuales, cuatro siglos más tarde, a comienzos del siglo XX, fueron considerados las más exactas referencias para que las fundidoras produjeran una reedición de las tipografías de Garamond, las cuales han sido unas de las más extendidas e influyentes de la historia y también una de las mejores romanas jamás creadas.
En la Garamond existe un perfecto equilibrio entre elegancia y sentido práctico. Hoy en día existen muchísimas versiones de esta tipo, siendo la versión más similar a la original, la creada por la fundición Stempel en 1924, con las romanas y cursivas basadas en los dibujos originales de Garamond.
Manucio contrató a Francesco de Bologna, más conocido como Griffo, para que fuese jefe de imprenta con el fin de que realizara las fundiciones de los tipos, ya que era un experto grabador de troqueles. Fue él quien fundió los primeros tipos itálicos.
Es por esto que a Manucio y Griffo debemos la creación de la tipografía bastardilla o itálica en 1501. Actualmente a este estilo de letra se le llama itálica por el país de procedencia y es utilizado para resaltar en un texto palabras escogidas por el editor, extranjerismos y citas.
Aldo Manucio y Griffo estudian la letra que se hacía en la cancillería papal, la regularizan y la sistematizan para hacer un diseño para una tipografía de imprenta. A esta letra se le llama itálica, Grifa y Aldina y todas las ediciones hechas con esta tipografía cursiva son denominadas ediciones Aldinas.
Estos tipos surgen para ahorrar espacio en las impresiones puesto que con la cursiva entran mayor número de palabras por hoja.
Gracias a la itálica Manucio logró abaratar considerablemente los costos de impresión siendo así asequibles para la población.
Junto con esto, Manucio disminuirá el formato, creando así un nuevo formato llamado Enchirridi, forma que es aproximadamente la medida actual de un libro de bolsillo.
Manucio logró que muchas personas con recursos limitados pudieran adquirir sus libros, obteniendo un gran éxito y logrando llevar la cultura a la masa.
En la época las ediciones Aldinas se pusieron de moda para llevarlas de viaje; pasear por el jardín mientras se leía y es aquí cuando se puso de moda el hecho de leer libros en la cama.
Éstos libros también fueron muy apreciados por los estudiantes por la gran calidad científica y porque la impresión y el papel eran impecables.
Aldus Pius Manutius o Aldo Manuzio (1449/50 – 6 de febrero de 1515), humanista e impresor italiano, fundador de la Imprenta Aldina. Su nombre en italiano era Teobaldo Mannucci, pero es más conocido por la forma latina de su nombre, Aldus Manutius, adaptada al español como Aldo Manucio.
El principal objetivo de Manucio era recuperar y poner a salvo libros clásicos que corrían el riesgo de desaparecer. Así, se estableció en Venecia en el año de 1490, comenzando a trabajar durante 5 años en el taller imprenta de Jenson con el fin de dominar los aspectos técnicos. Poco tiempo después brindó al mundo las ediciones de Hero y Leandro de Museo, el Galeomyomachia, y el Salterio griego. Estos primeros libros no están fechados, pero sin duda son las ediciones más antiguas sacadas por la imprenta Aldina y son considerados como «los precursores de la biblioteca griega».
Tampoco estuvo la Imprenta Aldina ociosa con respecto a los clásicos latinos e italianos.
Manucio llevó a cabo una labor muy importante realizando el mayor número de ediciones Príncipe de la época (consistían en la primera edición que se hacía partiendo de libros manuscritos antiguos). En Total, realizó 28 ediciones príncipe. Para realizar éstas debía conseguir varios manuscritos del mismo libro, tras esto, los comparaban, estudiaban todos en profundidad y de ahí obtenían la versión que consideraban más acertada y no contenía errores.
A diferencia de Alemania, en el sur de Europa la costumbre en la Edad Media era utilizar la minúscula carolingia junto a las mayúsculas cuadradas romanas adaptadas de las inscripciones que se encontraban en las ruinas del Imperio romano, como la Columna de Trajano; por tal razón, este estilo de escritura, sirvió de modelo a los primeros impresores italianos, para crear las tipografías clásicas o con serifas. La primera tipografía con serifas apareció en el año de 1465. A estos primeros tipos romanos, clásicos o con serifa, se les dio el nombre de estilo veneciano, pues las principales imprentas italianas que los producían se habían establecido en la ciudad de Venecia.
Pero el verdadero “culpable” de la estilización del tipo de letra anteriormente mencionado floreciendo en Venecia, y por lo tanto de su denominación Estilo Veneciano, viene dado por Nicolaus Jenson o también conocido como Nicolas Jenson.
Jenson fue un grabador y tipógrafo francés que desarrolló la mayor parte de su trabajo en la ciudad de Venecia.
Es conocido por haber sido el creador de la primera tipografía romana para impresión, que sirvió de inspiración y fue imitada por maestros impresores como Claude Garamond y Aldus Manutius.
Tras la ya mencionada aparición de la imprenta y la creciente ola de conocimiento y re-nacimiento que había por Europa, con un claro deseo de volver a la grandeza y claridad de pensamiento de los antiguos Griegos y Romanos, la tipografía pasó a formar una parte muy importante de la alta sociedad, ilustrada y con ansias de conocimiento. De ahí la lógica transición entre las primeras tipografías utilizadas en la imprenta con rasgos e influencias góticas, a las posteriores tipografías con serifa claramente inspiradas en las escrituras romanas. Gracias a la imprenta y sus tipografías, el conocimiento ya no eran tan exclusivo de los más eruditos, sino que comenzó a ser más habitual la posesión de libros entre la clase media-alta, ayudando por lo tanto al florecimiento del conocimiento. En este florecimiento, fueron grandes protagonistas las siguientes tipografías:
Era el tipo de letra más utilizado en los comienzos del Renacimiento en Alemania. De todos modos, no confundir con la ya anteriormente mencionada “Textura“, utilizada en la primera Biblia de Gutenberg.
La palabra alemana Fraktur se refiere a un subgrupo de los tipos de letra góticos. El término deriva la palabra latina fractus (roto), participio pasado de frangere (romper), . A diferencia de los tipos de letra Antiqua, realizados a partir de mayúsculas romanas y minúsculas carolinas, las líneas góticas están quebradas.
La tipografía utilizada en esta primera Biblia fue la conocida como “Textura”.
Existe una versión más “nueva” realizada por Dieter Steffmann.
La tipografía Textura utilizada por Gutenberg está claramente basada en las escrituras góticas que precedieron a la imprenta.
La letra gótica presenta unas formas pesadas y condensadas, con una fuerte modulación vertical, que le dan esa característica especial y genuina de la escritura gótica. Poco a poco, los trazos ascendentes y descendentes fueron acortándose haciéndose cada vez menos legible.
La Biblia de Gutenberg, también conocida como la Biblia de 42 líneas o Biblia de Mazarino, es una versión impresa de la Vulgata, por Johannes Gutenberg en Maguncia, Alemania, en el siglo XV.
A pesar de lo que se suele decir a menudo, la Biblia de Gutenberg no es el primer libro impreso mediante el sistema de tipos móviles, sino que el primer libro impreso fue el «Misal de Constanza», en 1449).
De todos modos, la Biblia de Gutenberg fue su mayor trabajo, y tiene el status de icono como el comienzo de la «Edad de la Imprenta».
El nombre «Biblia de 42 líneas» se refiere al número de líneas impresas en cada página, y es usada para diferenciarlo de la edición de 36 líneas posterior.
La preparación para esta edición comenzó después de 1450, y las primeras copias estaban disponibles para 1454 ó 1455.
Fue realizada usando una prensa de impresión y tipos movibles. Una copia completa tiene 1.282 páginas y la mayoría fueron encuadernadas en al menos dos volúmenes.
Después de impresas, fueron rubricadas e iluminadas a mano, trabajo realizado por especialistas, lo que hace que cada copia sea única.
La aparición de la imprenta fue una gran revolución cultural e histórica detonante de este Renacimiento, y tras los millones de libros que se han impreso desde entonces, se esconde el trabajo de miles de tipógrafos que desde sus comienzos, con paciencia y una especial habilidad, fueron componiendo página por página, tipo por tipo, libros tan importantes como el Quijote, la Biblia y otros muchos clásicos.
Ya los romanos tuvieron sellos que imprimían inscripciones sobre objetos de arcilla. Entre 1041 y 1048, Bi Sheng inventó en China —donde ya existía un tipo de papel de arroz— el primer sistema de imprenta de tipos móviles, a base de complejas piezas de porcelana en las que se tallaban los caracteres chinos; esto constituía un complejo procedimiento por la inmensa cantidad de caracteres que hacían falta para la escritura china.Sin embargo, la imprenta moderna no se creó hasta el año 1440 aprox. de la mano de Johannes Gütenberg.
Hoy día todo ese trabajo “de taller” se ha ido perdiendo, pero sin duda, es bastante interesante conocer sus orígines, su evolución, sus caracerísticas.
En este sentido, existe ya un tratado clásico de tipografía muy bueno de manos de UnosTiposduros.com, por lo que intentar copiarlo o manipularlo un poco, sería absurdo, ya que no hay mejor forma que acceder al contenido original, cuando éste es de calidad y merece su difusión.
La tipografía tiene muy antiguos orígenes, que están relacionados con la caligrafía y los manuscritos, que ya eran usados antes del año 2500 A.C.
Durante toda la edad media la "industria editorial" se centraba en los monasterios donde los libros eran copiados a mano por monjes especializados, llamados copistas; esta labor se hacía en el scriptorium, el donde se copiaban los textos.
Posteriormente con el invento de la imprenta, en la época del renacimiento, la tipografía cobra una especial relevancia. En esta época Johanes Gütembreg imprimió su Biblia de 42 líneas utilizando sin embargo, caracteres del período gótico.
Ya hacia el año de 1500 D.C. la imprenta se había difundido de forma exponencial, la técnica había tenido tanta difusión que en Europa ya existían alrededor de 1.100 imprentas instaladas y en funcionamiento.
Este auge de los tipos móviles, permitió un gran desarrollo a la producción de materiales impresos los cuales utilizaban tipografías como la minúscula carolingia y a las mayúsculas cuadradas romanas; adaptadas de los caracteres e inscripciones encontrados en las ruinas del imperio romano.
Estas fueron entre otras, las primeras tipografías romanas: clásicas o con serifa. Llamamos serifas a las pequeñas extensiones o adornos que pueden llevar los caracteres tipográficos. La primera tipografía con serifas apareció en el año de 1465, posteriormente se estilizaron sus líneas y se dio origen a la llamada bastardilla, similar a los que actualmente conocemos como itálica.
Con el paso del tiempo se ha desarrollado el diseño de tipografías y familias tipográficas en infinidad de variedades de estilos. Actualmente los sistemas informáticos permiten la utilización y el almacenamiento de cientos de fuentes.
La familia tipográfica, en tipografía, es un conjunto de tipos basado en una misma fuente, con algunas variaciones, tales, como por ejemplo, en el grosor y anchura, pero manteniendo características comunes. Los miembros que integran una familia se parecen entre sí pero tienen rasgos propios.
Las partes que componen y caracterizan un tipo son: la altura de las mayúsculas y minúsculas, el Anillo, la ascendente, las astas montantes; onduladas o de espina, la transversal, el brazo. la cola, la descendente, la inclinación, la serifa, entre otras.
Cuestionario:
- Cuáles son los primeros orígenes de la tipografía?
- En qué año se creó la primera imprenta, quién la creó y cuál fue el primer libro que se imprimió?
- Cuál es el origen de la palabra "fuente"? (investiga)
- A qué se le llama "caracter"? (investiga)
- En el texto habla de las tipografías con serif. Cómo se llaman comúnmente las tipografías que no tienen serif (sans serif)? Dé ejemplos de familias tipográficas de esta clasificación.